rosa de jericó
Cuenta la leyenda que estando Jesús orando en el desierto, La Rosa de Jericó le perseguía tenazmente arrastrada por los vientos. Se detenía una y otra vez a sus pies y así le acompañaba. Al despertar del alba, la planta se abría con la humedad del rocío y ofrecía al Maestro las gotas de agua posadas sobre sus ramitas. Jesús, sediento tras una noche de oración, calmaba su sed tomando con sus dedos el agua que le ofrecía la planta. Agradecido por haberle apagado la sed, la bendijo. Esta leyenda se extendió por todos los continentes y pronto llegaron a considerarla una Flor Divina.
2 Comments:
Conheço-a da casa do barbosa. Tens uma? Nao lhe achava muito piada mas quando a vi a abrir-se fiquei espantada, estupefacta, petrificada. Realmente só podia ser uma flor divina!
ñ conhecia ´curiosa` lenda!
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